«Lo que pasó ayer fue una locura. No vi los penales, mi amigo me vino a decir que éramos campeones. Salté de alegría, me quedé sin voz. Para nosotros esto es como estar en el paraíso, mejor», fueron las palabras del senegalés Mactar (35) radicado en San Juan hace seis años. Actualmente es dueño de un local de indumentaria y calzado que se encuentra en calle España y Torino, «Mamfa’ Style. Es futbolero a morir, festejó hasta quemar sus cuerdas vocales y se puso la de Senegal para atender a la gente que entraba a su lugar de trabajo.
Impone una marca de personalidad seria, de perfil bajo, pero cuando se sentó en la silla frente al mostrador de su local y conversó con Tiempo de San Juan, fue el hincha número uno, emocionado y que entre lágrimas contó como vivió el partido más emocionante de su vida: lejos de su familia, solo en su departamento y apagando la tele para no ver los decisivos penales que lo consagraron campeón de la Copa Africana de Naciones.
Mactar contó que todos sus amigos senegaleses radicados en San Juan estaban trabajando en otro lugar lejano a la ciudad, y es por eso que no se pudo juntar con ellos para ver el partido. «Lo vi solito, tampoco quería verlo con mucha gente porque no quería estar estresado, me pone nervioso. En los penales me fui al baño, cuando pasó eso yo dije ‘ya está’, porque el otro equipo buscó ir a los penales y nosotros tenemos una mala experiencia con eso. Somos mejores, mas fuertes, pero ahí dije ‘ya fue, ya esta, ya lo perdimos de nuevo’. Vino mi amigo y me conto: no le creía, grité, rompí todo. Por fin llego el día que por más de 60 años esperábamos».
Con la camiseta blanca y orgulloso de su patria y su selección, el senegalés dijo que su pasión por el fútbol es algo que no tiene explicación y que ni siquiera un argentino -que se lo caracteriza por se un apasionado por demás de la redonda- lo podría llegar a entender: «Soy un fanático. Todos los senegaleses estamos locos, tengo la voz así porque ayer he gritado bastante. El país está contento. No lo puedo explicar.»
Cuando Mané pateó el último penal esquinado e inalcanzable para Gabaski, rompió el maleficio de Senegal y deliró a los 16,74 millones de habitantes que salieron a copar las calles de la costa oeste de África. Ellos allá y él, a 7700km de su país celebró solo en su departamento que alquila ubicado a la manzana de la plaza de Villa Krause: «Cuando terminó hablé con mi mamá. Con mi gente por Facebook, WhatsApp y video. De ayer estoy hablando con todos. Hoy es un día feriado allá por lo que salimos campeones, el presidente -Macky Sall- lo hizo feriado. Así que estamos de fiesta, salió, lo logramos».
«Después vi todo con mas tranquilidad, vi mil veces las repeticiones porque ya esta hecho todo y no te puedo explicar lo que siento. Nosotros somos los mejores de África, pero no tenemos nada y ayer gracia a Dios ese día llegó».
Mactar cuenta que se cree una persona religiosa y que durante el partido se agarró de su fe y creencia para que el partido terminara a favor de su país. «Nosotros rezamos, hacemos rezos para poder ganar, pero siempre con las reglas. Hay otros países que es como la magia negra, Nosotros creemos en Dios y en los Santos. Gracias a eso ayer a esta hora, fuimos los dioses del futbol».
FUENTE: Tiempo de San Juan